¿Extrañan los días de los salones arcade llenos de luces, ruido y la emoción de la competencia? Si lo que te pica son las ganas de revivir esos clásicos de Capcom que marcaron tu infancia, entonces prepárate para emocionarte porque hoy hablaremos de los emuladores de Capcom Play System 2 (CPS-2).
Para ponernos en contexto, el CPS-2 fue un arcade lanzado por Capcom a principios de los 90. Toda una bestia tecnológica que nos regaló joyas como Street Fighter II, X-Men: Children of the Atom y tantos otros que nos hicieron gastar incontables monedas.
Ahora, gracias a los emuladores, podemos disfrutar de esos mismos juegazos en la comodidad de nuestro hogar. Un emulador, para que lo entiendas mejor, es como una máquina del tiempo para los videojuegos. Es un software que recrea el entorno del CPS-2, permitiéndonos jugar a los ROMs (archivos de los juegos) en nuestro ordenador, teléfono o ¡hasta en esa Raspberry Pi que tienes cogiendo polvo!
¿Y cuáles son algunos de esos maravillosos emuladores que te devolverán la magia del CPS-2? Pues toma nota:
MAME (Multiple Arcade Machine Emulator): El todoterreno de la emulación. Un clásico que corre prácticamente cualquier juego de arcade, incluyendo los del CPS-2. Eso sí, su interfaz puede parecer un poco compleja para los novatos.
- FinalBurn Alpha (FBA): Pensado específicamente para los amantes de los arcades, FBA es una excelente opción para los CPS-2. Es más fácil de configurar que MAME y ofrece una gran compatibilidad.
- RetroArch: Este no es un emulador en sí, sino una interfaz frontal que te permite usar varios emuladores, incluido FBA, con una presentación más moderna y un montón de funciones interesantes.
- ¡Importante! Recuerda que para usar estos emuladores necesitas los ROMs de los juegos, pero ojo, asegúrate de obtenerlos de fuentes legales. No queremos problemas, ¿verdad?
Anímate, busca tu emulador favorito, descarga esos ROMs clásicos y prepárate para un viaje en el tiempo. Volverás a escuchar el sonido de las palancas y botones, a sentir la adrenalina de la lucha y, quién sabe, quizás te conviertas en el campeón definitivo de Street Fighter en tu propio salón. ¡La diversión retro te espera!